De una cuota, fetisheurs realiza inoculaciones, una práctica médica común en África durante siglos. En un pequeño corte en el brazo de una persona sana, se frotan en costras en polvo de la víctima. (El inoculee había sobre un 2 por ciento de riesgo de morir, pero una típica epidemia Africana fue letal cerca del 25%).
Y cuando la empresa era lento, fetisheurs sería drum algunos iniciando brotes. Ramas de la espina con una pasta de costras de revestimiento y les metiendo en las puertas a los transeúntes memoria virtuales hará el truco.
Uno se recuerda de una teoría de conspiración que aún atormenta a otra enfermedad fatal, SIDA: la noción de que existe una cura de alto secreto, pero se mantiene reprimido por las compañías farmacéuticas porque hay más beneficios en medicamentos para la vida.
Un médico, todas las epidemias son objetivamente diferentes. Los virus no son las bacterias no son parásitos. La transmisión por sexo no es transmisión por estornudo o mosquito. Pero a los mortales cortar, todas las epidemias son emocionalmente por igual: una avalancha de miedo, pavor, repulsión, estigma, negación, rabia y culpar a — y médicos sería tonto olvidarlo.
Tres obras que circulan ahora: libro del Dr. Foege, obra autobiográfica de Larry Kramer "Corazón Normal" y una película, "La vida, sobre todo," configurar en Sudáfrica — nos recuerdan cuán frágil apariencia de vida cuando el miasma es aún remolinos alrededor de nuestras fosas nasales.
Es decir, antes de nuestro miedo reflujos y nos secadora en indiferencia, ya que tenemos sobre la gripe porcina, SRAS y SIDA incluso.
Una de las primeras cosas que olvidamos es poder de epidemias para alterar la historia.
Muchos estadounidenses saben que SIDA mató a Rock Hudson, Arthur Ashe, Freddie Mercury y Rudolf Nureyev. Tristes muertes, pero no temblor de tierra.
Probablemente no sabe que, como la que pronunció su discurso de Gettysburg, en 1863, Abraham Lincoln fue sólo bajando con la viruela, que en la próxima semana casi lo mató en midwar.
O que decisión táctica más importante de George Washington pudo haber sido inocular a su ejército en 1777, sabiendo que sus enemigos británicos, ya protegido, puede prevalecer si mantiene propagación de una epidemia en Boston. Dos años antes, estadounidenses tropas debilitadas por la viruela habían perdido la batalla de Quebec.
La obra autobiográfica de Dr. Foege, un ex director de los centros de prevención y Control de enfermedades y ahora Asesor de la Fundación Bill y Melinda Gates, describe los últimos días de la enfermedad humana sólo alguna vez erradicado.
Los otros son sobre el SIDA, detectado por primera vez en 1981, en el año después de la muerte de viruela. Ahora ha matado a más de 30 millones de personas, y el número de víctimas crece cada año, excepto en la mente de medias clase media heterosexuales blancos estadounidenses, un grupo que ha perdido su temor a la enfermedad, de acuerdo con una encuesta reciente de la Kaiser Family Foundation.
Una reposición de "The Normal Heart," por el Sr. Kramer, un de los primeros activistas SIDA, está ahora en una gira nacional. Se abre en Greenwich Village en 1981, que amanece en unos pocos médicos estadounidenses que algo misterioso y es terrible marcha. La obra es realmente un vehículo para ira del Sr. Kramer, una serie de diatribas por su sustituto, cuyo mensaje es que los hombres deberían dejar de definir su lucha por la igualdad de derechos principalmente como el derecho a tener relaciones sexuales promiscuas. Le hace impopular, pero como Consejo médico es sólida: evitar los vectores de enfermedades mortales, no importa qué lindos son.
"La vida", sobre todo, por el contrario, se establece en zonas rural Sudáfrica en 2010. Se abre con una niña de 12 años, un hombre mayor de reuniones. Una vez que te das cuenta que es amablemente, estás horrorizado a comprender por qué ella está ahí: su madre, paralizada por el dolor, ha enviado a comprar un ataúd para su hermana.
La palabra "SIDA" casi nunca se dice en voz alta en la película. En su lugar hay acusaciones sidelong, el ser gastadas, el padre del bebé borrachos arrepintiéndose a su esposa, "le envenenado le con su leche."
Como "El corazón Normal," explota el shock value de síntomas médicos estadounidenses rara vez ver más: mirar las flores púrpuras de sarcoma de Kaposi, la espuma blanca de Candidosis bucal, la meningitis.
Todo el mundo muere miserablemente, empujado agujeros o abandonado bajo los árboles. Una escena recuerda un evento que Tratado en 1998: la muerte de Gugu Dlamini, una mujer sudafricana a golpes por sus vecinos para admitir en una estación de radio zulú en el día mundial del SIDA que ella estaba infectada.
Sin embargo, a diferencia de la obra del Sr. Kramer, tiene lugar en un momento cuando las pruebas de SIDA y medicamentos antirretrovirales están disponibles, incluso en la pequeña ciudad donde se establece. Personas debería ser abrazar la esperanza, pero estigma y fatalismo obligan a morir en lugar de hacerse las pruebas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario