QUITO. Las inspecciones de los peritos de la Contraloría corroboraron los informes internos de la Policía respecto a que hubo 124 impactos de bala y siete fracturas de vidrios en el hospital.La sublevación policial del 30 de septiembre del año pasado causó daños en el Hospital de la Policía Nacional, en Quito, por un monto de $ 93.038,75, según lo determina el borrador del examen especial al uso de bienes públicos realizado por la Contraloría del Estado.Los destrozos se produjeron durante el operativo militar de ‘rescate’ al presidente Rafael Correa, quien permaneció retenido en el lugar parte de la tarde y noche de ese día.
En el documento al que tuvo acceso este Diario se responsabiliza de esta pérdida económica al entonces director del centro de salud, coronel César Carrión, porque no contrató las pólizas para asegurar sus bienes y su infraestructura.
Esto podría generar en su contra una glosa (pago) por esa misma cifra.
Inicialmente, la Dirección de Logística de la Policía calculó el costo referencial de los daños en $ 113.700,00.
Las partes más afectadas fueron la planta baja ($ 39.500), el área de emergencias ($ 20.000) y las paredes ($ 10.640).
Se hallaron, en total, 124 orificios de bala que desprendieron la mampostería de los muros y siete fracturas de vidrios.
Las obras de reparación, no obstante, costaron $ 93.038,75. Estas se llevaron adelante a través de varios contratos.
Uno de $ 59.418,64 con la empresa Factor A Construir Cía. Ltda. para que esta repare y reemplace “diferentes ítems”; luego una adenda a este por un valor de $ 20.619,20; y otros con Aluvicons Cía. Ltda y Hilber Raúl Pallo Cabazas para la reposición de vidrios y pintura en diversas áreas del hospital, por un valor de $ 13.285,60.
“(Estos son) gastos que pudieron evitarse si los bienes del Hospital de la Policía se hubieran protegido con pólizas de seguros contra posibles contingencias, siniestros de fuerza mayor o casos fortuitos, omisión que ocasionó la erogación de recursos financieros para el arreglo y reposición de los daños sufridos a los bienes e instalaciones hospitalarias por los hechos ocurridos”.
El documento destaca, no obstante, que en la sublevación del 30-S no se usaron de manera indebida los bienes del Hospital de la Policía.
Dicha conclusión se desprende del reporte del encargado del rastrillo (almacén de armamento) del hospital que indica que no hubo faltantes; esto fue corroborado por los auditores de la Contraloría.
En las comunicaciones que envió a la Contraloría para exponer sus descargos y que están resumidas en el borrador del informe, Carrión acusa a la entidad de querer “consumar” una “persecución” en su contra al responsabilizarlo por la falta de contratación de seguros para el hospital cuando es público que los daños ocurrieron cuando se realizó la incursión militar.
“En su profundo análisis solo se ha investigado a la parte policial siendo que los causantes del ingreso violento al hospital fueron los militares... Y no se evidencia en el presente informe ninguna responsabilidad de esa parte”, señaló Carrión.
El exoficial –que fue absuelto de la acusación de supuesto intento de magnicidio– aseguró que, en los últimos 20 años, los bienes del centro de salud no estuvieron protegidos y que más bien él fue el primero de sus directivos en disponer que se realice un estudio de seguridad y plan de emergencias, paso previo a la contratación de los seguros.
Lo que existía hasta esa fecha, según Carrión, eran pólizas para los vehículos, así como para los empleados. Recién en febrero de este año la administración del hospital inició gestiones para contratar otros seguros.
La Contraloría insistió en que Carrión no entregó documentación que pruebe sus actos.
En una entrevista con Ecuavisa, el contralor Carlos Pólit refirió que el documento solamente es un borrador y que Carrión puede presentar sus justificaciones para dejar sin efecto cualquier glosa.
Fragmento: De escrito de descargo
César Carrión
EXDIRECTOR DEL HOSPITAL
“Para el señor Contralor y quienes se están prestando para acosarme y perseguirme, con el tiempo se realizarán las acciones que correspondan, porque se evidencia el atropello dirigido especialmente contra mi persona por diferentes medios...”.
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